La veremos en Netflix a partir del 3 de mayo con la comedia A pesar de todo, pero poco antes, el 29 de marzo, estrena el filme ¿Qué te juegas?, donde da vida a una empresaria de armas tomar. Amaia Salamanca es cálida y cercana con sus allegados, pero, como buena Aries, también es una mujer con carácter.

En la película ¿Qué te juegas? eres una mujer con las ideas claras, férrea como una roca… y bastante déspota. ¿Te ha gustado ese papel tan distinto a otros de más sufridora que has hecho?
Daniela es adicta al trabajo, sin vida personal, con pocas relaciones, que no duda en echar a la calle a sus trabajadores, muy déspota y muy antipática, pero me gusta interpretarlo porque huye de otros papeles que he hecho, más románticos, más cándidos y además, aquí soy una de las protagonistas.

Has declarado que a veces, la gente piensa que eres distante o seca. ¿En qué situaciones te comportas así?
Con mis amistades soy cálida y cercana, porque me gusta reír y soy muy payasa, pero con la gente que apenas conozco soy vergonzosa y me cuesta coger confianza. No significa que sea seca o borde, pero sí puede parecer que soy distante.

Amaia Salamanca-Qué te juegas

¿Te gustaría parecerte a Daniela en esa capacidad de liderazgo que tiene?
Claro que me gustaría tener capacidad de liderazgo, pero no me gusta las formas que utiliza Daniela. Yo prefiero ser educada y más empática con la gente que trabajo.

Amaia Salamanca- Qué te juegas

Tu marido (Rosario Vauro) es empresario. ¿Te verías tú como mujer de negocios?
Yo estudié dos años de Administración de Empresas y Derecho en la Universidad, o sea que algo tengo de mujer de negocios. También es verdad que cuando me surgió la posibilidad de trabajar en Sin tetas no hay paraíso, lo dejé todo por la interpretación y ahora no concibo otra profesión. Pero sí me veo detrás de las cámaras, en dirección o producción. No sé cuándo, pero yo funciono con retos que me marco a mí misma.

¿A ti te gusta jugar? ¿Alguna vez has apostado?
A veces entro al trapo, entre amigos, de hacer apuestas, pero por cosas sin importancia. ¿A que no haces esto o lo otro? Basta para que te digan que no a algo, para que quieras hacerlo. Ya desde pequeña he sido competitiva y no me importa arriesgarme. Otra cosa bien distinta es jugar dinero. Estuve en Las Vegas con mi familia, un año que hicimos la ruta 66 y no me llamaba la atención. Y eso que mi hermano ha sido croupier.

¿Qué te parece la publicidad sobre juego en la que participan grandes estrellas del fútbol además de estrellas de la televisión?
No solo se hace publicidad de juego sino también de alcohol, tabaco… Pero creo que no se debe fomentar la ludopatía ni me gustaría que mis hijos pudieran caer en esa enfermedad porque esas figuras que son ídolos de los chicos, lo anuncien.

¿Tú crees en chamanes o en la ayuda de otras energías, como cree tu hermano en la película, Javi Rey?
Yo soy más partidaria de la ciencia que de este tipo de prácticas. En cambio sí practico yoga porque tengo un problema de cervicales y me va muy bien para fortalecer la zona. Además, yo siempre he hecho mucho deporte.

¿Cuándo has empezado a tener problemas de huesos?
Pues no lo sé, pero llevo ya más de un año con ellos. El verano pasado, cuando estuve haciendo la obra de teatro La Orestiada, en Mérida, me zarandearon y las cervicales me dieron un chasquido, pero ya tenía problemas de antes.

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¿Tu amiga, Xenia Tostado, la mujer de Rodolfo Sancho es la que te ha aconsejado hacer yoga?
Sí. Ella lleva involucrada en el mundo del yoga desde hace tiempo y ahora ha lanzado una marca de ropa sostenible para practicarlo más cómodamente.

En la película se hace especial hincapié en la música indie (incluye el teme La apuesta, original de la película, compuesto por Guille Galvan (Vetusta Morla). ¿Qué tipo de música te gusta a ti?
La apuesta me parece un temazo. A mí me gusta música muy dispar, depende del momento en el que esté, desde canciones bailables hasta música más tranquila. Me gustan grupos como The Killer, Carole King…

Has presentado la comedia A pesar de todo en el festival de Málaga, en la que trabajas junto a Belén Cuesta, Macarena García y Blanca Suárez. En esa película eres un poquito loca. ¿Alguna vez te da a ti por hacer locuras o eres más contenida?
Cuando era jovencita era bastante alocada, pero con los años y las responsabilidades, me he vuelto más formal (risas). Cuanto tienes varias personitas a tu cargo, no te queda más remedio que pensar las cosas dos veces.

'A Pesar de Todo' Netflix Presentation - Malaga Film Festival 2019
Europa Press Entertainment//Getty Images

De tus compañeras has dicho: "Son mis hermanas. Son especiales. Son únicas. Son graciosas. Son distintas. Son brillantes. Son adorables. Las quiero". ¿Habéis hecho buenas migas entre chicas?
Nos llevamos estupendamente bien. A Belén y a Macarena ya las conocía y a Blanca no, pero si antes las admiraba, ahora, además de quererlas, las admiro mucho más. Hemos hecho muy buenas migas. En Málaga nos hemos reencontrado porque apenas nos habíamos visto desde que finalizamos el rodaje de esa película, porque todas tenemos mucho trabajo y nos ha hecho mucha ilusión estar de nuevo las cuatro juntas.

¿Quedáis alguna vez a alguna cenita o comida de chicas?
Siempre que podemos sí.

¿De dónde parte el dicho de que las mujeres se llevan mal o son más malas que los hombres?
Las etiquetas no tienen ningún sentido. La bondad o la maldad no tiene nada que ver con el género, depende de la persona.

Esta película acaba con una boda. Tú dices que no piensas en boda con tu compañero, Rosauro Varo, pero ¿no te gustaría celebrar con tus amigos esa unión de hecho y convertirla en derecho, en la que participaran vuestros hijos?
Mi compromiso con Rosauro es tan firme que tenemos hijos juntos, pero si de aquí a unos años seguimos juntos, que espero que así sea, sí lo celebraremos.

También tienes por estrenar el filme Lo dejo cuando quiera.
Es una comedia muy americana, al estilo de Resacón en Las Vegas, dirigida por Carlos Therón. Tenía muchas ganas de trabajar con él porque la serie de Berto Romero, Mira lo que has hecho es de él y me encanta y ha sido un regalo.

¿Qué papel haces?
Son tres profesores universitarios que interpretan David Verdaguer, Ernesto Sevilla y Carlos Santos, que tienen una vena cómica maravillosa y me lo he pasado muy bien trabajando con ellos. Resulta que con la crisis, se quedan sin trabajo y se buscan la vida con un complejo vitamínico que ha descubierto uno de ellos y que ofrece desfase a tope sin efectos secundarios. Entonces, los tres se lanzan al mundo de la noche y al de los negocios turbios. Y yo soy Gloria, la mujer de uno de esos profesores, el papel que hace David Verdaguer.

Hace un tiempo dijiste que no volvías al teatro de Mérida, pero creo que has pensado en volverte a aventurar…
La verdad es que Mérida atrapa, pero es muy duro porque tienes que trabajar mucho para luego hacer cinco funciones. Trabajar con el director teatral José Carlos Plaza fue maravilloso, aprendí mucho de él, pero me removió tanto internamente que lo pasé muy mal y arrastré el personaje durante un tiempo, cosa que nunca me había pasado. Pero me ha vuelto a llamar José Carlos y le he dicho que sí, aunque no quiero decir todavía con qué obra porque estoy todavía en el proceso de ver las agendas para ver si puedo hacerlo.

Compaginas bien la maternidad con tu trabajo (tiene 3 hijos: Olivia, a punto de cumplir los 5 años, Nacho, de tres y Mateo de dos años) ¿Quién te ayuda cuando estás fuera?
Afortunadamente yo no tengo un horario de oficina y puedo estar con mis niños bastante tiempo, pero cuando paso un periodo intenso de rodaje, tengo la gran suerte de tener ayuda en casa. Lo importante es que tus hijos entiendan que tú estás trabajando y eso no significa que les vayas a dejar de lado.

En la ola de feminismo que vivimos, ¿dónde te posicionas?
Yo soy feminista porque feminismo significa igualdad entre hombres y mujeres. Feminismo no es lo contrario al machismo como mucha gente cree. Pero también pienso que cualquier causa se pierde cuando la llevas al extremo o la radicalizas y hay gente que confunde los términos por eso.

Llevas el pelo color platino. ¿Ha sido por exigencias del guión?
No. Me apetecía cambiar. No se si me cansaré más adelante, pero de momento sólo llevo tres semanas de rubia platino y me gusta mucho.